Existen dos métodos para compartir una clave pública PGP. La primera es creando una versión ASCII de la mísma y compartirla personalmente con nuestros contactos o incluyendola en nuestros correos electrónicos. Para ello crearemos el archivo con el comando:
~$ gpg --output 'clave.asc' --export -a E08F4856
E08F4856 es el identificador de la clave GPG que se desea compartir, en este caso corresponde a la clave creada en el artículo anterior. La opción -a indica a GnuPGP que la clave esté codificada en ASCII.
La otra opción es compartir la clave GPG en un servidor de claves como el del MIT o el de Symantec mediante el comando:
gpg --keyserver pgp.mit.edu --send-keys E08F4856
Si la clave ha sido enviada correctamente la respuesta será:
"success sending to `pgp.mit.edu' (status=200)"
De este modo quien quiera contactar con nosotros podrá encontrar nuestra clave pública mediante nuestra dirección de correo electrónico en esos servidores y descargarla.
Ambos métodos tienen sus peligros. Es recomendable entregar la clave pública a nuestros contactos personalmente, que cada uno verifique que la clave pertenece al propietario y que la firme para certificar su autenticidad.